sábado, 7 de julio de 2007

La integración debe ser tratada también como integración social

Especialista colombiano, José María Leyton
"No sólo hay fuga de cerebros, también hay fuga de corazones".

(Piura).- El Convenio Andrés Bello es una iniciativa que agrupa a Bolivia, Colombia, Chile, Cuba, Ecuador, España, México, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela. Su misión es integrarlos educativa, científica, tecnológica y culturalmente. José María Leyton, oficial de Área del convenio, es un convencido de que las universidades de la región deben basar su educación en la integración como punto de partida "para recuperar lo nuestro".


El profesor colombiano fue uno de los expositores del Foro "La integración entre Perú y Ecuador tras los acuerdos de Paz", realizado en la Universidad de Piura el 27 y 28 de junio. Indicó que la integración es un tema atractivo que sólo ha sido estudiado desde la economía, pero no en temas de la integración social, integración con rostro humano que está detrás del balance comercial y económico. Como convenio, dijo, "promovemos la investigación en las 150 universidades de la región afiliadas".


En América Latina se habla del bajo nivel educativo en algunos países, ¿cómo influiría un mayor nivel en el proceso de integración?

Primero debe plantearse la situación de la educación superior como una oportunidad para la región. El Convenio ha adelantado algunos estudios sobre la formación doctoral, encontrando que éstos no responden al desarrollo que se necesita y carecen de estudios sobre integración. Por eso, apostamos a fortalecer los procesos que han encumbrado países de la región para mejorar la educación superior: ayudar a consolidar sistemas de acreditación, promover la cooperación entre universidades, movilidad de estudiantes, investigaciones conjuntas y construcción de programas que pongan énfasis en la integración.


¿Cuáles son los puntos flacos de la educación superior en Latinoamérica?

Vemos que la investigación en las universidades es escasa y falta implementación de programas relacionados al proceso de integración en la región. Actualmente, en vez de que los acontecimientos del pasado nos integren pasa lo contrario; por ello, hace falta recuperar la memoria y que esos temas se investiguen; lo ancestral como fuente de historia viva permite encontrar algunas respuestas a los problemas coyunturales. Asimismo, en la región hay dificultades en la capacitación de profesores, por lo que planteamos la formación, transmisión e incorporación de temáticas del desarrollo de la integración en el docente.


¿Cómo lograr la integración si en nuestros países existen diversos tipos de gobierno que manejan la educación a su manera y tienen su propia visión de integración regional?

La integración tiene más límites de los que debiera, pero la vemos como una oportunidad inmensa de desarrollo. Buscamos una voluntad de los gobiernos de los doce países miembros del convenio para implementar programas conjuntos como la generación de pensamiento integracionista. Creo que el intercambio de estudiantes va a determinar, en muy corto plazo, que ese es el camino de la integración, no importa el sistema político que impere en un país en un momento determinado porque de todos se aprende.


¿Cómo está afrontando el convenio Andrés Bello lo que alguna vez se llamó "La fuga de cerebros"?

No sólo hay fuga de cerebros sino también de corazones, porque son estudiantes formados con mucho esfuerzo en sus países de origen, pero que les resulta muy atractiva una especialización en Europa o EE.UU., donde, además del cerebro, les ganan el corazón con la oferta de mejores opciones para ejercer su profesión y para especializarse. Por ello, apostamos a programas de calidad en la región; así, en la medida que se vaya desarrollando esa red de intercambio, seremos más visibles frente al mundo, recuperaremos nuestra riqueza. Debemos hacer ver a nuestros estudiantes que si tienen un título en el exterior no necesariamente es mejor, porque igual valor tiene un título de una universidad de Latinoamérica y, además, es muy valioso porque tiene un sentido de región. La perspectiva de un estudiante latinoamericano no debería estar centrada sólo en estudios en Estados Unidos o Europa, sino también en intercambios en la región; lograr esto es una tarea central de la universidad.


EL DATO
En abril del 2008 se realizará un encuentro latinoamericano por la integración de cara al Foro Mundial de Educación Superior a realizarse en Paris (2009). Se busca que la región tenga una propuesta sólida que constituya un trabajo regional.

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